viernes, 21 de junio de 2013

Excusas, excusas...


El despertador suena y te despiertas, por la ventana ves que recién está amaneciendo y la neblina es tan fuerte que bien podría tratarse de una escena de una película de terror. Sabes que debes ir al gimnasio pero el frío es tan fuerte afuera y te sientes tan feliz abrigado dentro de tu cama que finalmente dices: si falto hoy, es sólo un día. ¿Les suena conocido?
 
Siempre he realizado actividad física, desde mi niñez practiqué atletismo y participé en muchas competencias. Al empezar la universidad me resultó difícil seguir corriendo pero me dediqué al baile y lo realizaba con regularidad (2 veces por semana). En las visitas a mis pacientes siempre los animaba a salir a correr en la mañana, a ir a algún gimnasio después del trabajo o, por último, realizar ejercicios en su casa. Cuando luego me contaban que no podían, no entendía el motivo..me parecía tan sencillo.
 
Bailar 2 veces por semana en la noche era parte de mi rutina pero yo decidí aumentar mi masa muscular y bailar no era suficiente para lograrlo. Por eso decidí meterme a un gimnasio, fue en ese momento que entendí a mis pobres pacientes: la lucha por levantarse en las mañanas, el cansancio de entrenar después del trabajo, el tener que alistar un día antes la maleta para el gimnasio, el sentir al día siguiente que no puedes mover ni un sólo músculo de tu cuerpo. Y, más importante aún, me volví una experta en las excusas.

¿Qué excusas? Ustedes las conocen mejor que yo. "Me duele mucho el cuerpo..mejor es que descanse y así recuperarme para luego poder entrenar más fuerte", "Hace mucho frío, si salgo me puedo enfermar", "Ir al gimnasio me da más hambre..creo que en lugar de bajar. subiré de peso", "Estoy con la regla", "Creo que me he lesionado la espalda, cuello (o la uña), lo mejor es que descanse", "No tengo tiempo", "El gimnasio me estresa", "Estoy deprimida, no me siento con ánimos de hacer ejercicio"
 
Hace poco encontré esta imagen interesante que responde de forma acertada todas nuestras excusas:



Las excusas pueden ser muchas, pero finalmente quienes perdemos somos nosotros. Si dejamos de ir 1 día al gimnasio (salir a correr, bailar o cualquier otra actividad física) no es tan grave..pero seamos honestos..luego ya no es 1 día, sino 2, 3 días..1 semana entera! finalmente nos damos cuenta que nuestra membresía terminó y no pudimos alcanzar nuestra meta.
 
Los dejo, mañana me espera una agotadora pero rica rutina en el gimnasio. ¡Que tengan un lindo fin de semana lleno de ejercicio!
 

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